lunes, 7 de julio de 2008

Fragmento de la Elegía Primera

Sí, es cierto que las primaveras te necesitaban. Algunas estrellas requirieron que tú las contemplases. Una ola se alzó hasta ti desde el pasado, o cuando pasando por delante de una ventana abierta las notas de un violín se te entregaron. Todo eso era una orden. Pero, ¿pudiste cumplirla? ¿No estabas siempre distraído, a la espera, como si todo te anunciara una amante?

Rilke, Elegías de Duino.

Y llegaron las vacaciones...

A pesar de los pesares, aunque parecía que nunca llegaría el momento de escribir este título, sí, ha llegado... ya estoy de vacaciones.

La sensación aún no es muy estival, todavía tengo varias cosillas por finalizar pero se acabaron los madrugones, se terminó el estrés burocrático... me esperan dos meses llenos de proyectos: descansar un poco, que falta me hace, escaparnos a Benicassim la semana que viene a soltar adrenalina y disfrutar de los conciertos (destaco el de Leonard Cohen) y en agosto recibir a mis sobrinos, tengo tantas ganas de verlos que ni me lo creo. En la segunda quincena, a ser posible, visitar NY, la capital del mundo... andurrear por la Quinta Avenida, visitar la biblioteca pública, la Columbia University, Broadway, conciertos, Green Village... Ojalá salga...

El viernes nos fuimos a Jaén, dispuestos a pasar calor y a ver en directo a tito Bob. El fin de semana ha dado para mucho, hemos conocido la ciudad, mucho más bonita de lo que esperaba, hemos tapeado, andado y disfrutado un montón. El sábado noche, a partir de las nueve y media, asistimos a una vuelta a las raíces, disfrutamos de un concierto minimalista, casi en familia, con un Dylan en estado de gracia-rock-folk-jazz que nos regaló alguna sonrisa tímida y unos momentos inolvidables... Traje negro austero, sombrero cordobés... like a rolling stone...