lunes, 7 de julio de 2008

Fragmento de la Elegía Primera

Sí, es cierto que las primaveras te necesitaban. Algunas estrellas requirieron que tú las contemplases. Una ola se alzó hasta ti desde el pasado, o cuando pasando por delante de una ventana abierta las notas de un violín se te entregaron. Todo eso era una orden. Pero, ¿pudiste cumplirla? ¿No estabas siempre distraído, a la espera, como si todo te anunciara una amante?

Rilke, Elegías de Duino.

1 comentario:

Anónimo dijo...

woooooooo jajaja no he entendido nada jajaja he encontrado tu blog por aquí jiji mola ;) Yo me hice uno también hace mucho bueno aquí dejo firma un besoo :D:D