El grupo de ciencias sociales ha hecho cinco medallas para entregar a otros tantos profesores: algunas son para el mejor paparazzi, para el mejor tutor (Raúl, of course), para la más sociable, o para la más grande (acertadísima para Ángeles). Yo estaba sentada muy contenta observando cómo iban entregando las medallas cuando, de repente y de forma sorpresiva, comenzaron a decir que la siguiente era para una profesora "que no nos ha dado clase, pero que nos han dicho que es muy buena, es encantadora, nos ha acompañado a todo lo que hemos organizado, siempre se preocupa por nosotros... "... un rubor imparable se iba apoderando de mi rostro... sí, como lo iba sospechando era yo... me hicieron subir a la tarima a recoger una de las escasa medallas... "a la más dulce" reza el cartel...
El grupo de ciencias me llamo de nuevo y me regaló una rosa tan roja como mis propias mejillas... No sabía qué decir, sólo sonreír y besarlos a todos...
1 comentario:
Eso, eso último es lo que querían... ;-)
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