Su nieta la mayor, "la niña" como él me llamaba, se va recuperando de uno de los fines de semana más duros de su vida.
miércoles, 11 de junio de 2008
Se me fue en una brillante tarde de junio... se fue apagando despacito y en silencio, como casi todo lo que había hecho en su vida. Con él se ha ido una parte de mí, ésa que aún estaba correteando alrededor del pozo, revolviendo cajas y cachivaches en los almacenes o comiendo a su lado en una tórrida tarde de verano mientras me decía "come, si no comes te voy a comprar un comeycalla..." Un trocito menos de inocencia, una parcela más de dolor. Sentado con un montón de ropa encima, delgadísimo, educado, encantador, sonriente... siempre sonriendo... una sonrisa tan dulce que encandilaba a todo aquel que se le acercaba.
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